1. No le abras la puerta si va predicando su fe religiosa casa por casa.
2. Si insiste (no deja de tocar la puerta), suelta a tu perro.
3. Si se pone a desperar a tu vecindad con sus sermones religiosos, también suelta a tu perro.
4. Si es una persona que tienes dentro de la familia o ves todos los días en tu trabajo o escuela y, por ende, te sigue sermoneando... dile que no tienes interés en acercarte a Dios -dale tus argumentos de tu postura- y que te deje en paz.
5. Si insiste con sus sermones y tratando de convencerte para que te conviertas, dile que te cagas en Dios.
6. Si ahora empieza a decirte que eres obra de Satanás, un impuro, que debes irte al infierno por el resto de tus días y que eres un maleducado, dale una ostia.
7. Si a pesar del puñetazo que le diste sigue insistiendo, ponte a llorar de impotencia porque los fanáticos religiosos nunca se callan, o si tienes un revólver utilízalo y dispárale.
Gracias, no se moleten. e.e