Es cuestión de grados, y de días. En mi caso la fobia fue progresiva y explotó cuando ya tenía trabajo estable. Como básicamente mi tarea es escribir, empecé a hacerlo desde mi casa y enviaba el material vía mail a mi editor. Cada vez con más frecuencia hasta que reemplacé totalmente la modalidad presencial por teletrabajo. Eso me permite seguir manteniendo mi familia. Igual se complica la vida diaria porque tengo que esperar ESE día que no me levanto tan mal para hacer compras de alimentos, lo básico, y he pasado días comiendo lo que quedaba en casa por no poder salir. Me ayuda salir cuando ya oscureció porque siento que no me ven, y unos buenos anteojos oscuros también si es de día, porque me dan la idea de que estoy detrás de un vidrio, no tan expuesta. No es lo mejor pero por ahí te sirven los trucos mientras se va tratando la enfermedad y evoluciona
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