Pintando la pared, vagabundeando por las calles que esconozco, haciendo best sellers en la cabeza sobre temas sin sentido. Descansando, durmiendo, cerrando los ojos y volviendolos a abrir, una y otra vez, hasta que aparezca lo que quiere presenciar mi vista. Entonces aparece, audaz y dulce a la vez, y me sumerjo al mar de mis historias jamás contadas, de mis recuerdos y de mis sueños.
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