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Iniciado por Chica.triste
Se que algunos canalizan su ira cortandose, otros golpeando paredes; yo me golpeo a mi misma. Me doy golpes en la mandíbula con el puño cerrado, no me golpeo todo lo fuerte que podria pero si me doy fuerte.
Lo hago cuando estoy desesperada,cuando siento odio hacia mi misma por sentirme infeliz y fracasada.
Empece a hacerlo el año pasado, y ahora cada vez que estoy mal lo hago. Tambien siento ganas de arrancarme el pelo pero no lo hago, esto me libera un poco y me deja mas tranquila. Pero tengo la sensacion de que cada vez me hiciera menos daño, y necesitara mas.
Hay alguien mas por aqui que lo hagan? Como lo soluciono?
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Yo lo hago a veces, pero suelo preferir golpear paredes de concreto, aún con el puño roto, que es de hecho, ahora mismo, mucho más fuerte que el sano, pese a que el hueso soldó mal y mi mano quedó un poco deforme (a la vista casi no se nota, pero al tacto la diferencia es enorme, el hueso es casi como una L).
No sé, hay otras formas, a veces cuando no puedo más entierro mi cabeza en una almohada y grito a todo pulmón por varios minutos, hasta horas a veces, y siempre lo hago hasta quedar ronco y sentirme mejor.
Otra forma pueden ser los videojuegos, en especial los violentos. En GTA IV me gusta secuestrar un hospital y matar a todos los pacientes, dispararles en las piernas a los que huyen, matar a los policías, y cuando tengo armas suficientes salir a la calle y liarme a tiros con estos y con los transeúntes, robar un vehículo y atropellar a propósito a cientos de personas que van por la acera, disparando hacia atrás a los conductores de las patrullas con mi magnum (soy bueno en eso), y al final pelearme con tantos policías que mi muerte sea inevitable, por lo que decido morir de forma espectacular poniéndome sobre un vehículo y volándolo a tiros. Secuestrar el local de Striptease tampoco es mala opción, pero como bunker me gusta más el hospital, hay más sitios desde donde cubrirme, y desde el pasillo solo me basta una pistola para matar literalmente a miles de policías sin recibir un solo tiro, y dándome a ratos descansos para ir a recoger las armas y engrosar mi arsenal.
A veces, cuando tengo dinero, me ahogo en vodka, bebo hasta hartarme (y creo que tengo mucha tolerancia al alcohol porque necesito más de un cuarto de litro de vodka puro para embriagarme, y con medio litro ni siquiera pierdo la memoria) y escribo o dibujo estupideces que luego quemo, o juego shooters mienras estoy borracho solo para burlarme de mi mala puntería, otras veces me meto al Minecraft y hago las máquinas más raras e inútiles con redstone.
Otras veces fumo como chimenea y no por gusto al cigarrillo, sino porque me odio y quiero morir de cáncer.
Cuando el odio hacia mí mismo es mucho, puteo, pateo la perra (no literalmente), rompo y desordeno mi habitación más de lo que ya está y maldigo a cualquiera que se me venga a la cabeza, la mayoría de las veces al azar.
Yo me odio a mí mismo, y creo tener al menos un par de buenas razones para hacerlo. No creo que tus motivos para odiarte estén bien justificados, pero no soy quién para decir eso.
Si no ves otra opción, sigue haciéndolo, y sugiero que en ese caso, si puedes, busques un novio sádico (pero no demasiado) para que te ayude. De todas formas espero que no consideres esta opción, pero bueno, en gustos no hay nada escrito.
Yo soy de tendencias sádicas, pero hice un juramento que me impide agredir a una mujer, además no me siento preparado para estar frente a frente con una chica. Es virtualmente imposible que me ofrecieras la oportunidad, pero como precaución la respuesta sería no.