Cita:
Iniciado por machine
¡Hola a todos!
Cada vez que me encuentro con el chico que me gusta no sé cómo actúar.Hubo algún día que me dijo cosas bonitas y yo me hice ilusiones.Ahora cada vez que habla con las chicas del grupo al que vamos, parece que se me llevan los diablos y yo que soy amable de naturaleza me pongo muy antipática.No quiero que me note rara pues él tiene que hablar con todas las chicas del grupo y reirse con ellas aunque yo no lo soporto.He pensado en no aparecer en un mes y ver si se me pasa un poco.Me está volviendo loca.¿Para qué te dicen cosas bonitas los chicos, si luego no quieren nada contigo?¿Cómo hay que hacer para olvidarde de alguien que te gusta mucho?
Un abrazo.
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Destierra esas dos últimas preguntas, no intentes responder a eso aunque sea lo último que se te ha ocurrido preguntar. Me parece más significativo que él te dijera ciertas cosas que provocaron que tú te formaras una ilusión, que forjaras una situación, una imagen que no es real, sino que tan sólo la dedujiste a partir de interpretaciones; a partir de un hecho que tal vez no signifique nada, o tal vez sí, quién sabe, tú has forjado no ya tu propia opinión, sino que además has creado su opinión, la opinión que él tiene de tí. ¿Realmente él piensa de tí lo que tú crees que él piensa de tí? Y tú ¿mantienes una opinión de él a causa de lo que te dijo? No se trata de ser impersonal, absolutamente objetivo tampoco, pero un punto de vista tan parcial, tan dado a dejarse llevar por una primera reacción y a fantasear y a agrandar la bola es poco realista, ¿no?
Ahora bien, también sucede que uno puede tener un concepto bastante pobre de sí mismo, y al escuchar un piropo, cosas bonitas sobre uno, siente la necesidad de estar a la altura de las expectativas que el otro parece haber depositado en uno mismo. Mira cómo ahí ya se genera la ansiedad, la preocupación por el conflicto entre lo que de mí en mi intimidad siento que soy, y lo que imagino que esa otra persona cree que soy. ¡Me están negando y debo llegar a ser lo que esperan los demás que sea! ¿Es eso? No lo sé, tal vez me halla dejado llevar por ideas propias previas.
Lo que quiero decir es que lo más importante es que no te quedes en la duda como si fuera un muro impenetrable. Intenta responderte. Puedes preguntar, claro, no se trata de aislarse más aún, pero se trata de cuestionarse, de intentar comprender las cosas como son en realidad; no liarlas comiéndote la cabeza con pensamientos y más pensamientos, desarrollando lo que ya te está preocupando. Cuanto más te preocupes más miedo sentirás a descubrir que tal vez la respuesta no es lo que esperabas o deseas. ¿Me gusta por cómo es él, o porque lo que me dijo me hizo sentirme bien y si logro que me haga caso seguirá haciéndome sentir bien? Si es eso último ya vas a depender de él, ya no será una relación de igual a igual, y en eso ya no habrá un estar a gusto, sino tensión, miedo a perder esa fuente de satisfacción personal. Ha de haber sinceridad hacia tí misma. Al menos admitir las cosas a uno mismo es un buen comienzo para comenzara comprender porqué nos sentimos de determinada manera ante las cosas que nos suceden.
Me parece interesante la cuestión, porque es algo que a todos nos ha pasado en forma parecida, fóbicos y no fóbicos, tímidos y no tímidos. Hace unos días alguien propuso un tema parecido, sobre la idealización de la persona.
Bueno, dejo algunas dudas más en el aire, que el sueño me vence, un saludo!
