A mí me pasó algo parecido el año pasado... Aunque no estoy muy segura de si era por ansiedad o por la soledad y el vacío que podía sentir y lo llenaba comiendo... A saber.
La cuestión es que engordé unos 10-11 kg en un año, o incluso menos. La ropa me quedaba mal, todo me apretaba. Me podía comer media bolsa de patatas y una bolsa de magdalenas en una tarde.
Siempre he estado muy delgada, hasta que empecé a comer. Llegaba a casa y me ponía a merendar. Luego, haciendo los deberes, me iba a a cocina y pillaba cualquier cosa, que siempre era algo que engordaba, sin tener hambre.
Claro que me acostumbré y empecé a tener hambre cuando no tocaba. Ahora como sano y no como entre horas, por lo que he bajado de peso.
También me siento culpable cuando como algo más de la cuenta, pero sé que eso no es bueno y que hay que evitar ese sentimiento. Mucha gente ha muerto por ello.
Pero bueno, hacer un extra algún día de la semana, nunca va mal.
Lo malo de esto es que es la serpiente que se muerde la cola; te sientes mal y comes mucho. Ves que engordas, vuelves a sentirte mal y a causa de esto, comes más.
Beber agua va bien, pero en exceso es igual de mala que la comida en exceso. Hay que beber y comer lo que se necesita.
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