Pero ¿por qué coleccionar agravios? Esto parece una lista de eso, todo lo que les han dicho que resulta molesto lo guardan fijamente en su memoria. ¿Y cuantos recuerdan lo contrario? Lo digo porque conozco bien esa forma de pensar donde se recuerda muy bien lo negativo, pero lo positivo se desecha como si no existiera, o como si no tuviese valor. Es que incluso, cuando hay ese gesto, se desconfía de el, como si algo no cuadrara. Yo pienso que esa gente que ofende son pobres infelices, mediocres o personas que tampoco se sienten comprendidas y no se toman la molestia de comprender a otros. Pero ese respeto, esa comprensión, esa consideración se debe tener es con uno mismo, no esperar que sean otros quienes la suministren. Ser uno su mejor abogado defensor, su mejor consejero, su mejor compañía. Con respecto a los demás, pues, si se piensa que nadie sirve, siempre se encontrará un motivo para despreciar. Porque en la fobia social hay una convicción muy sólida de que se es despreciado, pero es que ese desprecio viene de adentro. Pero entonces se piensa que son los demás los que están propensos a decepcionarse, a juzgar, y ese desprecio y ese juicio injusto y sádico está es dentro, no fuera.
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