Bien, el motivo de este hilo es exponer un poco mi caso y sobre todo hablar un poco sobre la falta de afecto.
En mi caso, pertenezco a una cultura donde no se expresa afecto. Los varones menos aún. Desde mis bisabuelos hasta hoy, no ha sido bien visto el ser afectivo. Ni un abrazo, ni un elogio, nada. Puro amor apache. Todos con cara de palo. Esto no parecía afectar a nadie, hasta que llegó la modernidad y las teorías psicoanalíticas (sobre todo en la TV y el cine) sucedió como en la Biblia:"...entonces nos dimos cuenta que estábamos desnudos..."
A mí por ejemplo, me fastidia que me muestren afecto; de hecho, lo detesto. En la niñez era pan de todos los días el maltrato, la ofensa, la befa, el escarnio y la afrenta. Todos los días salías a 'refrendar' tu hombría: tal era la asuntología cotidiana. En fín, a esto le llamamos simplonamente 'machismo'...
Sorpréndete: me ha costado 20 años llegar a saludar de beso a las mujeres...y mucho tiempo también ver a los ojos y sostener la mirada.
Leí buenos libros en mi adolescencia, que me aconsejaban salir de mí mismo, pero me hizo falta quién me ayudara a manejar toda esta mezcla primitiva de ideología, complejos, traumas...