Esto lo escribí hace un rato, acordándome de una noche en que regresaba del trabajo, hace algunos días, en el momento que bajaba del bus y seguía el trayecto hasta mi casa, no era una noche muy fría pero si muy negra, ya que un corto circuito al parecer había apagado todas las luces de la zona, yo como siempre ensimismado y triste...
Caminante solitario
Cual andar nace sobre el pavimento y muere con él,
Cuya presencia no es percibida ni por la más insignificante mirada.
Tan sólo una caricatura dibujada en el papel de esta vida carcomida por tus miedos,
vas con soledad y apatía por esta vía que se torna cada vez más estrecha,
fatigado por los errores cometidos con cada paso que dabas,
has hecho de tu rumbo un andar de agonía.
Con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha
esperando encontrar una mirada…
…Y a veces tus lágrimas manchan el pavimento,
y a veces no encuentras tu rostro entre los demás,
y a veces trastabillas y caes,
y tu rostro se torna hosco y taciturno.
Y a veces somnoliento y cansado te levantas de la caída…
…pero no das dos pasos sin caer otra vez.
Y ya tus piernas no responden,
y es que no comprendes que ya no quieren caminar,
que tu mente ya no desea pensar y tus pies ya no anhelan seguir recorriendo esta vía.
Caminante solitario, te has detenido…
ya tus pensamientos no encuentran sintonía, ya tus sentimientos no se esperanzan más…
Ahora la sangre brota al igual que tus lágrimas,
tu semblante se ha tornado gris,
libre de culpas y maltratos,
tus ojos ya no se humedecerán jamás,
tus párpados han caído por última vez.
Tu ruta ha concluido
ya no hay más sendero que recorrer,
has encontrado el final de tu camino.
Ahora tus lágrimas yacen secas al igual que tu existencia.