Hola a todos. Me acabo de registrar porque he visto este post y he sentido la necesidad de escribir en él.
Tengo 18 años. Siempre he sido una persona extrovertida, que ha sabido hacer amigos con muchísima facilidad, tener pareja etc, aunque (sí, una peguita) he pecado de sentirme sola miles de veces y de sentirme incomprendida debido a que me he tomado muchos comentarios y muchas palabras a la defensiva.
Esto se debe a la poca confianza en mí misma. De pequeña me educaron de tal forma que recalcaban lo malo, y las cosas negativas (para, supuestamente, mejorarme y superarme a mí misma siendo perfeccionista con lo que hacía), y nunca recalcando lo bueno o felicitándome si hacía algo bien.
He tenido miles de complejos físicos (muchos siguen ahí), que este año he descubierto que eran meras gilipolleces, y nada reales.
He tenido así mismo complejos psicológicos, llegando a creer que no merecía absolutamente nada la pena como persona, y que más valía llevarse al abandono que intentar solucionar lo que me pasaba.
Efectivamente, el hecho de no tener confianza y de ser tan negativa llegó hasta un punto, el año pasado, en el cual, todo estaba apunto de estallar. Un día, después de un tiempo discutiendo con mi madre por un asunto, tuve un tirón en el cuello que me dejó en cama 3 días sin poder mover ni un músculo, yendo al hospital y tomando Valium (que por cierto, no me sirvió de nada) Pensé que sería el típico estress, que había tenido siempre, el cual me agarrotaba la espalda desde los 11-12 años y que se pasaba cuando no tenía ninguna preocupación en mente.
Desde ese momento, no paraba de rallarme, de decirme una y otra vez lo mierda que era, lo infeliz que era, lo poco que valía, la poca confianza que tenía en mí misma...
Los pensamientos se agolpaban en mi cabeza, me aislaba en mi mente, y aunque, lo intentaba, no conseguía estar mejor.
Iba a peor.
En marzo de este año, una tarde, ocurrió el comienzo de lo que ha hecho que me convierta en quien soy hoy y de quien espero ser mañana.
Empezó a dolerme el pecho, a notar un ahogo. Algo me presionaba la garganta y no me dejaba respirar. Sentía que me moría. Creía que iba a morir. Pero no avisé a nadie, no dije nada. Estaba en la azotea de mi casa, tendiendo la ropa. Duró como unos 10 minutos. Poco a poco se me fue pasando. A mí me pareció una eternidad.
Esto se hizo un infierno para mí. No tenía ganas de hacer nada, no me creía capaz de solucionar lo que pasaba. Mi pareja, la cual ha intentado ayudarme muchísimo, estaba destrozado por lo que estaba pasando (nunca me lo dijo, pero yo lo sabía). Le dolía verme así, siempre diciéndome cosas positivas, intentando reforzar mi autoestima y tratando de eliminar todo lo que me quitaba el sueño. Yo sufría, sufría porque sabía que si no llegaba a quererme nunca, jamás conseguiría que él fuera feliz conmigo.
Y lo intentaba. Intentaba estar mejor, pero no podía. La cabeza me daba vueltas, con miles de pensamientos agolpándose dentro, como si estuvieran en un charco de barro dándose de ostias. Me retumbaba todo.
Cuando intentaba dormir, taquicardias. Cuando dormía, taquicardias, y me despertaba de golpe. Cuando estaba en clase, taquicardias. Ansiedad.
Empecé a faltar a clase, o bien a irme de ellas, solo porque notaba como si me fuera a venir otro ataque de ansiedad.
Tuve un par más. Hasta que llegó un momento, en el que pedí cita para el psiquiatra. No quería hablar nada de lo que me pasaba con nadie, no quería psicólogos. Quería saber qué me pasaba y por qué estaba así. Y una solución rápida, porque creía que me estaba volviendo loca. Y es una sensación muy desagradable.
A mediados de mayo empecé a tomar antidepresivos. Hasta junio no me sentí mejor. Después empezó el verano, me fui a Senegal, a un campo de trabajo con una Ong y poquito a poco, conseguí tener fuerzas para luchar contra lo que me pasaba.
El psiquiatra, al principio me dijo que era un trastorno ansioso depresivo, y después que era un trastorno de pánico...jajaja Ni él mismo se aclara. La verdad es que a estas cosas siempre es difícil definirlas.
Me recomendó hacer una psicoterapia para ir aprendiendo a superar la ansiedad, y que no me superase ella a mí.
Y hacer yoga, o tai-chi...(he acabado haciendo patinaje...sé que no es lo mismo, pero la verdad es que el deporte ayuda muchísimo, debido a la liberación de endorfinas)
Fui un par de días a una psicóloga que no me gustó. Y, aunque me da pereza, ahora intentaré buscar otro, u otra.
Lo cierto, y para eso escribía este mensaje, es que, hay veces que en nuestra mente hacen falta sustancias que carecemos. Y también que hay veces, que necesitamos cambiar un pensamiento, que nos hace daño, para no crear malas emociones. Y que es necesario mucho esfuerzo para ello.
También decir que no es ninguna desgracia tomar pastillas, ni debemos pensar que somos unos neuras, o unos bichos raros. Todo el mundo es un poco neura, y todo el mundo tiene algo de bicho raro. Todos tenemos, o padecemos en algún momento de nuestra vida, altibajos emocionales (con esto no quiero decir, un bajoncillo de los que se puede tener en un mal momento) y nos da la vena neura.
Es normal, porque el cerebro es una parte más de nuestro cuerpo. Igual que hay gente más predispuesta a coger un resfriado, hay personas que están más predispuestas a ser negativas, padecer una depresión o ansiedad.
Y desde mi humilde experiencia, y corta (que sé que me quedan muchos, pero muchos años superando esta mierda xP), solo os digo varias cosas que me han ayudado mucho:
-El tiempo libre es malo
xD Ocupadlo.
-Centrarse demasiado en lo negativo, es malo.
Solo ayuda a reforzar nuestros diablos.
-Deciros cosas buenas, cosas positivas. Reforzad vuestra autoestima valorando vuestros progresos. Al principio no os lo creeréis, pero llegará un momento en el que empecéis a hacerlo.
-Probablemente os sintáis incomprendidos miles de veces con la gente que os rodea. Apoyaros en personas que os entiendan, que os escuchen. No os centréis en personas que no son capaces de entender una situación como la vuestra. Ejemplo: ah, lloras mucho, o eres sensible porque eres débil. O bien, ah, pero tú tienes depresión? Bah, eso no es nada.
Y, en especial, pensad que las cosas no se consiguen de un día para otro. Sé que a mí me va a llevar mucho tiempo estar mejor conmigo misma. Con absoluta certeza, seguiré siendo así muuuuchos años. Pero se progresa. Muy poco a poco. Tal vez hoy estés hecho una mierda, y mañana y pasado, y el otro. Y tal vez no consigas salir de un pozo por ti mismo y necesites ayuda. Pero hay que recordarse que se puede.
Dí: puedo.