Desde hace varios meses, me acontecen ciertos episodios en los cuales experimento un terrible abatamiento. Leyendo algunos hilos, intento apaciguar estas canijas sensaciones. Consigo esparcir lentamente la ansiedad que estos episodios implican. Sé que algunos de ustedes han experimentado y experimentan días como éste; compartiéndoles espero apropiarme, por lo menos, de un poco de tranquilidad. Decirlo, sacarlo, expresarlo para, así, aminorar la intensidad de este abatimiento.
Pensando en las circunstancias que rodean este día colmo mi mente de varias preocupaciones y culpas. ¿Les gana, a veces, el coraje contra ustedes mismos? A mí me suele pasar muy seguido. Y para, como dice un conocido, desapendejarme* un poco y congraciarme conmigo me incito a calmarme y buscar un espacio para exponer estas revueltas sensaciones.
¿Cómo les va ustedes?... ¿cómo gozan sus días?... ¿cómo libran esos episodios desgraciados?
Saludos