Hace tiempo que no posteo, la verdad, aunque tampoco es que me hiciera un nombre en el poco tiempo que estuve aquí. Bueno, solo quería hablar un poco sobre las cosas que he hecho, los avances por así decir.
A pesar del problema que siempre me ha marcado (la parálisis), me he puesto metas basadas en las cosas que me gusta hacer: escribir, practicar karate, y últimamente grabar vídeos. El karate me ha hecho cambiar y sigue haciéndolo poco a poco, porque aumenta mi confianza a medida que entreno y mejoro mes tras mes. Me gusta tanto que no siento vergüenza a la hora de gritar ante toda la clase al final de un golpe, o de participar en una exhibición pública delante de cuantas personas sean. Sin embargo, todavía no soy capaz de mantener conversaciones buenas con mis compañeros, y eso que llevo con ellos más de un año... pero muy poco a poco avanzo con ello, quizá algún día no tenga ningún temor como a la hora de combatir (mi práctica favorita en el karate).
Otra cosa que me está sentando bien es lo de grabar vídeos, cosa que hago junto a otros dos amigos que no tienen ningún problema social. Yo me divierto, y con ellos no me preocupa ser yo mismo y bromear, disfrazarme o interpretar personajes. Los subimos a youtube y la gente los ve, y ya nos conocen un poco por el pueblo e incluso me han alabado, cosa que me hace pensar que quizá mi problema no sea tan importante para los demás como lo es para mí, y que podría ser libre para hablar como quisiera con quien quisiera. Aprovecho para dejar uno links y que me vea quien quiera, yo soy el de la cabeza redonda y gafas
https://www.facebook.com/tresenrayatenerife
https://www.youtube.com/channel/UCaU...DFJxMOooBzbS4A
No sé si a alguien le parecerá de estúpido o de valiente, pero estas cosas son las que me gusta a hacer y no me importa nada más, así que es posible que de esta manera algún día consiga librarme de tanto temor, porque la gente que me rodea me suele alabar mucho más que despreciar, soy yo el que se menosprecia...
De todo esto puedo concluir que la mayor parte del problema, por no decir todo, está más en nosotros mismos que en los demás. El miedo, la inseguridad, los nervios... son puertas muy cerradas que solo tenemos que abrir para descubrir qué parte de nosotros mismos está encerrada detrás. Quizá así encontremos lo que nos falta. Claro que, desafortunadamente, no siempre es así, a veces hay fuerzas mucho mayores.