Honda promociona su nuevo juguete: el link de arriba nos muestra desde la enferma y distorsionada óptica publicitaria lo que el link de abajo inevitablemente desmiente. Esto es aplicable a todo el lenguaje publicitario.
Muy bueno, lo mejor, el neoliberal corriendo y desplegando el biombo, para intentar tapar el fiasco de Honda.
Seguro que más de una cabeza rodó (empresarialmente, claro)