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Iniciado por kkaarrllaa
Toda la gente del mundo fracasa alguna vez, pero nosotros fracasamos más seguido, en primera por que tenemos miedo y el miedo es el que nos tuba y en segunda por que la gente prefiere recompensar a los extrovertidos, saben hablar y se dan a querer y a entender antes que nosotros. La gran mayoría de nosotros somos mucho más sensibles que los demás lo que significa que tenemos que ser el doble de fuertes.
Últimamente siento que voy contracorriente. Primero en el trabajo. Yo, una de las personas más tímidas que ha pisado esta tierra, y me meto a trabajar en ventas… pff el rechazo y los errores son cotidianos, se siente feo y duele y voy avanzando lentísimo, pero también aprendo de esos errores y no voy a perder la fe.
Otra de las áreas de mi vida que está en contacto fracaso son mis relaciones con los hombres. Hace año y medio que no tengo una “relación” (entre comillas porque no fue algo serio)… en ese periodo he conocido hombres que me atraen pero nunca se dan las cosas. A veces por que no somos compatibles y lo entiendo, pero hay otras ocasiones, como está última vez, conozco a alguien que me atrae, comienzan las sonrisas y las miradas, intercambiamos un par de palabras, parece que toda va bien y que le gusto de vuelta… pero así sin más, la cosa termina antes de comenzar,,, no me responde más las miradas, ya no me busca, ya no me habla en los descansos, le digo algo me contesta y luego desaparece, perdió el interés de forma repentina… y entonces, vienen de nuevo esos sentimientos horribles de inseguridad, ¿por qué no le gusto a nadie? ¿por qué no se dan las cosas? No conozco lo que hay en su mente, de hecho hemos hablado poco, pero yo me pongo abierta a que me hable y él se va. La misma pregunta y una y otra vez ¿Qué es lo que hago mal?
Pues a levantarnos y volverlo a intentar.
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Parece que lo hubiera escrito yo... me siento igual.
Estoy cansada de intentar dar lo mejor de mí y que siempre algo me salga mal.
Siempre me digo "hoy lo voy a hacer bien, todo va a ser perfecto", pero llega el final del día y mi mente no me deja en paz, los errores que cometí en el día me los recrimino, una y otra vez.
Y cada vez me hundo más y más.