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Iniciado por Lester
Creo que ya entiendo tu punto,lo unico en lo que fallas es en creer que tenemos un problema leve y con ir a un psiquiatra años y años de malas experiencias y una personalidad tan deforme se fuera a borrar de la nada.
Lo siento si mi comentario sono a la defensiva,pero en serio molesta que alguien llegue y te de una palmada en el hombro diciendo "ve al psicologo estas chavo e inexperto y dejate de tontos foros que no sirven para nada"(ya se que no fueron tus palabras literales,pero eso diste a entender),esa actitud se parece a la de mi madre o a la de cualquier persona de a pie que jamas a pasado por algo parecido,espero no te ofendas y cuentes tu experiencia
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Yo no entro en valoraciones sobre si un caso concreto es grave o no. Intentaré usar un ejemplo, ¿a qué no te tratas igual si tienes una gripe que si tienes una indigestión? Pues eso, primero hay que identificar el problema, cuando lo conoces es más sencillo tomar una solución correcta.
Ya he comentado mi experiencia. Cuando tenía 18 años creía que era un ser especial, incomprendido, único en el Universo. Ya podría haber venido el mismísimo Gandhi a hablarme de paz que le hubiera dicho que no tenía ni idea. Cada vez que alguien se me acercaba, recibía mi desprecio porque «al final acabará decepcionándome».
De eso hace años, Internet todavía era una utopía. No empecé a reflexionar hasta que empecé a encontrar gente en mi misma situación, y acudir a un psicólogo -cierto que hay mucho sacacuartos; pero también los hay vocacionales-. Un día me plantee ¿y si estoy equivocado? ¿y si mis axiomas en realidad son falsos y sólo existen en mi cabeza? ¿he probado de hacer algo que no sea lo que yo quiera y seguir algún consejo?
Hasta que no empecé a adquirir esa predisposición por «escuchar a los demás» no empecé a sentirme de otra manera. Ahora cuando alguien me habla no pienso que se tiene que convertir en un amigo del alma, que posteriormente me la jugará. Me dejo aconsejar y también doy consejos, pero si no me hacen caso no pienso que «es un tonto que no me tiene en consideración».
