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Hola a todos!
Llevo días leyendo este foro y no me decidía a contar mi história, pero creo que hacerlo puede ayudarme mucho. Me siento totalmente identificada (y por ello aliviada) leyendo vuestros comentarios, al ver que no soy la única a la que le ocurre esto.
A lo largo de mi vida han habido sucesos muy puntuales que me han producido ansiedad. El más temprano que recuerdo fue en mis primeros años de instituto. Era el primer día de 'colegio' después de las vacaciones de verano y al irnos acercando yo y mi amiga a la entrada del edificio empecé a pensar en los compañeros que volvería a ver después de tanto tiempo, los profesores, etc. Sin darme cuenta empecé a sentir una ansiedad que iba acentuándose, me entraron náuseas (pienso que yo misma me las autoinduje pensándolo) y mi ritmo cardíaco empezó a acelerarse. Acabé vomitando la leche que había tomado esa mañana en medio de la calle. Mi amiga no supo lo que me ocurría, simplemente pensaría que me sentó mal.
Más o menos por la misma época (o quizá un poco más tarde), tuve varios episodios parecidos. En algunos llegaba a vomitar y en otros no. Quedaba con el que es ahora mi actual novio para ir al colegio juntos. Nos estábamos conociendo y él me gustaba, así que no quería meter la pata. Cuando lo esperaba en la esquina de mi calle empezaba irremediablemente a ponerme muy nerviosa, me volvía a invadir la misma ansiedad. Como era mediodía y acababa de comer, varias veces me veía casi obligada a subir a casa para relajarme (alguna que otra vez para devolver la comida y así quedarme tranquila).
Años más tarde, cuando ya salíamos, me invitaba a su casa a comer o a cenar, y me ocurría algo parecido (sin llegar a vomitar) mientras comía con sus padres.
Recuerdo otro caso aislado, el día de mi 16 cumpleaños, cuando estábamos comiendo y mis familiares estaban dándome los regalos y haciéndome fotos mientras los habría. Todos estaban mirándome y de alguna forma aquello me ponía nerviosa, empecé a pensar en que si vomitaba haría el ridículo, pero ese mismo temor era el que me producía la ansiedad. Pude tranquilizarme y finalmente no ocurrió nada.
Y puede que se me escape alguno más, pero básicamente eran eso, sucesos puntuales, lo bueno es que se me acababa olvidando y pasaba largas temporadas sin ningún suceso de este tipo.
Ahora ya, con 20 años que tengo, es cuando empiezo a darle importáncia a esto, ya que durante el mes pasado he estado nerviosa por la cantidad de exámenes decisivos que he tenido. Mi cuerpo a vuelto a 'recordar' esta tonta reacción, y he tenido días (en mitad de los exámenes) en que ha sido desesperante. Un día en concreto estuve todo el día con náuseas: en el tren, encontrándome con un amigo de toda la vida y simplemente charlando, agobiándome con la gente en la estación del metro, etc. Hubo otro día que quedé con unos amigos para ir a cenar y también me vino la misma ansiedad, aunque se me pasó. Ahora estoy de vacaciones (me quedan un par de exámenes en enero pero estoy mucho más relajada), y como paso la mayor parte del tiempo en casa no doy pie a que me pase esto, pero si hago algo fuera de la rutina (como salir a comer con gente o incluso comer con la familia) voy con la preocupación de que me pase, y es realmente muy molesto (al que le pase me entenderá).
He leído algún comentario por aquí que decía que no debemos dejar que esto que nos pasa nos limite. Estoy totalmente de acuerdo. Todos queremos vivir nuestra vida, hacer lo que nos gusta sin tener que preocuparnos de vomitar en cualquier momento. Es difícil y frustrante sentirte de alguna forma impedido por este fenómeno, que encima nos creamos nosotros, porque es algo totalmente mental. Si lo pensamos es una verdadera estupidez. Y piensas: 'ojalá pudiera borrar ese contínuo pensamiento, ojalá pudiera ser todo como antes...'. Tenemos que luchar para que sea como antes, es lo que alguien ha dicho por aquí, que es como tener una pierna rota, es algo que tenemos que aceptar el tiempo que nos dure (soy la primera a la que le cuesta, pero en ello estoy).
Mi consejo es que no anticipemos, es el origen de nuestros males. Dejemos de anticipar, NADIE puede predecir el futuro, no nos creamos tan sabios como para hacerlo. Las cosas pueden salir bien la mayoría de las veces, y si salen mal pues mira, tampoco nos vamos a morir. Lo digo porque me ha pasado muchas veces, y hace poco me pasó. Fui a cenar con unos amigos y estaba muy angustiada por el hecho de que descubrieran lo que me pasa (sólo lo sabe mi novio y un amigo de internet). Al final aguanté y no pasó nada, no cené tranquila pero como mínimo no ocurrió lo que yo me empeñaba en predecir. Hay que intentar ir haciendo vida normal, salir a pesar del miedo e ir mejorando poco a poco, yo creo que es la clave para esto que nos pasa. Podéis contárselo a alguien de confianza para sentiros mejor; yo creo que eso ayuda también, porque dicha persona no va a reírse de ti ni te va a juzgar. Entiendo que no queráis gritarlo a los cuatro vientos porque os parece ridículo y teméis las reacciones de los demás (a mí por lo menos me pasa).
Espero no haber soltado mucho rollo xD. Os mando ánimos a los que estéis como yo y ya iremos viendo que pasa. Recordad que la vida tiene baches, y que cada persona tiene los suyos, nadie es perfecto. No os sintáis culpables, simplemente intentad llevarlo lo mejor posible, salid y distraeros, pasadlo bien. No vale la pena sufrir así, de verdad os lo digo.
Saludos =)
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