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01-mar-2010
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El otro día me paró yendo yo por Barcelona camino al trabajo una chica de estas voluntarias, supongo, que te ofrecen hacerte socio de la cruz roja. Me preguntó si me gustaría hacerme socio de la cruz roja, y yo respondí dubitativo: "hombre, gustarme gustarme no, precisamente", o algo parecido. Ella respondió que comprendía que no fuera algo que a uno le pudiera apasionar, etc. Cómo me zafé por fin de tan embarazosa situación es algo que recuerdo vagamente, creo que porque me turbó demasiado haberme sentido en ese momento ante esa persona y durante un buen rato alguien básicamente malo por no haberme hecho socio de la cruz roja. ¿Qué clase de bondad es la que se rige por la recompensa de ser reconocido socialmente como buena persona, y que esa misma aprobación social la interiorice uno para aprobarse él a sí mismo o bien para reconvenirse? Sospecho, y cuando digo sospecho es porque no quiero afirmar rotundamente pese a estar bastante convencido de algo que sin embargo no acabo de sentir en mí, sospecho digo que ser buena persona es una actitud presta a manifestarse, que no se hace uno bueno al hacer buenas acciones, sino que ese hacer buenas acciones no es más que la confirmación de ser buena persona. Y sin embargo no vivimos precisamente en un mundo de posibilidades; puedo ser bueno, pero si no lo soy efectivamente parece que hubiera cierta postura intelectual desligada de la realidad más que un ser bueno de verdad, no sé si me explico. Puedo sentirme como buena persona y sin embargo necesito confirmarlo en la experiencia, bien haciendo buenas acciones, bien esperando una valoración positiva al respecto proviniente de otra persona; y es esta necesidad que siento lo que hace que algo no me cuadre. El que es bueno hace su bondad tal como respira, es decir, sin darse cuenta y sin darle más importancia que la que tiene, que es mucha y poca a la vez; mucha porque sin respirar uno muere, poca porque es algo tan común, tan sencillo, que pese a ser importante no se le concede atención alguna. Así no ser bueno mata al ser humano que cada uno de nosotros es, y así también es tan sencillo dejar de ser bueno que no nos damos cuenta y podemos seguir creyendo en nuestra bondad cuando hace ya tiempo que la abandonamos y nos adherimos a la justificación, a la racionalización, al "en realidad esto que yo quiero me lo merezco por ser bueno, por haber sufrido tanto, por tener tan mala suerte" y así vamos pasando por encima de otras personas con la bondad por delante como estandarte y bálsamo para la conciencia, sea buena o mala conciencia como sintamos todo este asunto. Y vamos pasando por encima no sólo de otras personas, o de otros seres, sino sobretodo y pese a todo lo que uno crea, vamos pisoteándonos a nosotros mismos me temo, en este aquí y en este ahora continuamente, porque nos guste o no lo que he sido y lo que puedo ser son abstracciones, y no se cambia ni se puede cambiar más que lo que soy aquí y ahora.
Y no se me venga con aquello de estar de acuerdo y soltar eso de "vive el momento", "carpe diem", y sentencias abominables por el estilo en referencia al aquí y al ahora. Y digo bien al tacharlas de abominables esas afirmaciones no por lo que dicen, porque desde luego un par de palabras y ninguna más pueden interpretarse como uno quiera, sino que lo digo por la estulticia que se esconde detrás de esas palabras, en el que las dice. Hablar por hablar, vale, consiento, mientras tanto yo puedo tranquilamente dedicarme a intentar no distraerme. Pero hablar con una intención frívola que idiotiza intentando convencer a base de socorridos terrenos comunes de moralidad chapucera y malinterpretada no, por ahí no paso. El que se crea a salvo de influencias y manipulaciones emocionales para cambiar así su personalidad es como mínimo o alguien plenamente maduro -para bien o para mal- o un hipócrita o un completo engañado. Pero yo temo que aunque algo me parezca un completo desatino al serme repetido tantas veces acabe por acostumbrarme a él y considerarlo algo correcto no por lo que es, sino por la frecuencia tan alta con la que me topo con dicho desatino.
Por eso pido seriedad al considerar el asunto si a uno le interesa, y este es otro punto a tratar. A poco que lo considere, no entiendo la manía que tenemos de sentirnos en la obligación de tener que opinar de todo lo que se nos proponga, de todo lo que nos parezca que es posible emitir una opinión. Caray, hay ocasiones en las que me veo impelido a opinar cuando examinando la cuestión más tranquilamente en realidad es algo que ni me va ni me viene, que no me importa. Es fácil entonces opinar tonterías u opinar cosas que realmente uno no cree. Si uno resulta aburrido porque no opina, que sea el que cree que es uno aburrido y él interesante el que procure interesarse por lo que a uno le llama la atención, y veremos si es capaz de ser un buen tertuliano. Y aunque resultara que lo es hay algunos temas para mí que me parece degradarlos el soltarlos y hablar de ellos como quien mantiene una conversación de sobremesa y habla y habla para poder así mejor hacer la digestión. Para mí hay temas que si bromeo sobre ellos, bromeo sobre ellos, que si hablo seriamente sobre ellos, lo hago seriamente, pero lo que me incomoda es mantenerme en un limbo afectivo respecto a ellos, porque esa indecisión no me permite ver tan bien como en los extremos de la hilaridad o la seriedad lo que realmente creo al respecto. Como he dicho antes, pase el hablar por hablar, porque nadie es una máquina sesuda toda profundidad, y pase el bromear hasta de lo más sagrado para uno, porque lo sagrado que se reverencia en exceso acaba por cristalizarse y alejarse de uno mismo y se convierte así en idolatría, con el consecuente riesgo de dogmatización y afecciones de herejía hacia el que consideremos disidente de nuestro dogma. Pero conviene matizar que hablar por hablar de lo que a uno realmente le afecta es al final ir engañándose en la esperanza de cosificar lo hablado, bien sea para idolatrar como he dicho, bien para desentenderse emocionalmente, o qué se yo. Y que conste que apasionarse por algo no implica que a uno realmente le importe, ojo.
Porque todo ello es lo mismo al fin y al cabo: alejarse. En la risa y en el llanto es cuando más cerca estamos de esa autenticidad con uno mismo. Y no me refiero ni a la risa como reacción histérica o maliciosa ni al llanto como inútil auto compadecimiento y lamento. Cuando alguna vez, brevemente y en contadísimas ocasiones, algo he comprendido y visto como parte de mí realmente, o bien he llorado o bien he reído, pero no me he puesto a chacharear sobre ello. Aunque bien es cierto que si no se pierde el norte en el proceso, muchas veces uno comienza por lo frívolo y acaba descubriendo su corazón al desnudo por así decir. No conviene tampoco hacer dogma del hablar por hablar como algo irrevocablemente destinado a confundirnos, quién sabe; yo no sé.
Y así llegamos de nuevo a lo del principio, ni más ni menos. Me refiero a ser bueno y sentirse bueno y a las dudas que genera en uno mismo.
En fin, el que haya llegado hasta aquí y al menos lo que he escrito le haya hecho preguntarse a su vez ciertas cosas con cierta seriedad, mejor para él, creo. El que lea esto y acabe tal y como ha empezado, pues oye, será que no le interesa, no quisiera tampoco forzar el interés o la atención de nadie hasta el punto de esperar elogio o discrepancia, porque ese sería el cumplimiento de un interés mío propio y ya está, y eso sería tanto como no haber dicho nada en realidad, por mucho que me duela decirlo. No quisiera entrar en discusiones de si tengo o no tengo razón. Lo importante es que cada uno haga su propia reflexión para conocerse un poquito mejor. Yo la verdad es que mañana mismo puede que piense algo distinto a lo de hoy, si bien no radicalmente distinto, pues hay cierto fondo que no ha variado con el tiempo.
Un saludo.
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01-mar-2010
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Ten en cuenta que la gente esa que se dedica a captar socios de la cruz roja, greenpeace, cáncer, cáritas, ong... y similares no son más que en el fondo comerciales que intentan venderte un producto y que pagues dinero. Y siguen estrategias y técnicas de venta puras y duras, en ocasiones muy agresivas. En estos casos el presionarte y hacerte sentir que si no colaboras eres insolidario, mala persona, un día te puede pasar a ti etc... es la técnica más efectiva (y más rastrera, dicho sea de paso). Yo creo que toda técnica de venta que se base en la presión y en no respetar la dignidad de la persona en caso de que diga que no le interesa el producto, es inmoral. Mucho más que no hacerse socio de la cruz roja. Por desgracia es la técnica que siguen muchas ong's y las empresas de telefonía móvil.
Además yo pienso que de estas cuestiones sociales y sanitarias, debería ocuparse el Estado que para eso estamos pagando todos unos impuestos y una seguridad social ¿o es que eso no es ser también solidario?. Yo de las ong y de la gestión de los recursos que reciben no me fío un pelo, pues tienen barra libre para hacer lo que les de la gana además de no pagar impuestos casi. No es que me fie más del gobierno pero de las ong me fío menos.
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01-mar-2010
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Yo tampoco creo que ser bueno o ser malo sea algo tan superficial y delimitado que dependa de si te haces socio de la cruz roja o no, pero creo que es normal el querer ese reconocimiento, y el sentir el peso de lo que la sociedad dicta como bueno o como malo.
Cuando somos ninyos, ¿qué es lo que nos ensenyan? ¿por qué comernos toda la comida nos hace buenos? Por la aprobación que nos dan. Buscamos y necesitamos aprobación, si nos sienten buenos nos sentimos buenos, igual que si nos sienten feos, nos sentimos feos.
Creo que mientras uno sea consciente de eso, y sepa que aunque ese peso esté ahí, no lo es todo, no es la realidad, y no me convierte en bueno o malo, no es algo grave. Que yo no soy lo que opinan de mi ni lo que socialmente me hace bueno o malo me convierte necesariamente en eso.
El ser bueno realmente, no estoy del todo de acuerdo contigo, yo creo que el plantearse si se es bueno o no puede ser ya un paso, no si se es bueno en el sentido de si los demás lo piensan, hablo de un mirar en tu interior y preguntarte y plantearte si eres bueno y que es lo que te hace serlo. Aunque la respuesta, no la sé, si que sé lo que no te hace necesariamente ser bueno, como plantar un arbol, decir que te gustan los perros o donar dinero a la parroquia.
¿Hasta que punto podemos distanciarnos de la idea social del bien y el mal, para verlo objetivamente? yo creo que la objetividad es algo imposible y que siempre existirá un condicionamiento, pero que dándose cuenta de eso ya hemos dado un gran paso.
Pero, volviendo al auténtico "ser bueno", si es que eso existe como un todo y no como una parte, creo que hay pequenyos detalles, que son la esencia de uno, y que no son forzados para agradar, que nos pueden hacer ver bondad en los demás(en uno mismo ya es más difícil), al menos a mi me pasa; aunque no sabría explicarlo ni podría estar segura de eso. No es más que una intuición, una sensación. No creo que sea una verdad tampoco, aunque la pueda sentir como tal...
Y sobre las conversaciones y demás, no doy opinión porque no me siento obligada a eso xD
No, ya en serio, simplemente no llego a entender del todo lo que dices, a mi no me supone ningún problema pasar de hablar seriamente a bromear con algo, y quizá hasta sea un método de defensa, para quitarle importancia a lo que he dicho si ha sido demasiado serio, y para no parecer demasiado superficial si he bromeado durante demasiado tiempo. De nuevo, condicionada por lo que pueda parecer, pero me doy cuenta y trato de hacerlo menos cada vez, eso es avanzar, nadie ha nacido estando en el último escalón de la escalera, así que mientras nos demos cuenta podemos seguir avanzando de algún modo.
En cualquier caso, si tienes o no razón es algo que desconozco y que realmente no importa, pero a mi si me has hecho leerme el texto y releermelo y plantearme cosas, aunque a estas alturas no sé siquiera si he dicho algo con sentido, pero hacerme pensar especialmente a estas horas ya es todo un logro : )
¡Saludos!
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06-mar-2010
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Con respecto a lo de la cruz roja y otras ong, yo soy una de esas personas que hago donaciones a una ong, pensando quizá ilusoriamente que llegará a quién verdaderamente lo necesite, no lo hago por ser mejor persona o por demostrarle a los demás lo buena que soy o puedo ser (cosa que no debo juzgar yo), lo hago simplemente porque pienso que hay gente que desgraciadamente no ha tenido la suerte que tenemos nosotros de nacer en un pais "desarrollado", y no, no os estoy vendiendo sentimentalismo, aunque parezca que hablo como uno de estos que te paran por la calle para que te hagas socio de una ong, no, yo tengo en este sentido las ideas muy claras y es lo que YO pienso.
Pero no soy ilusa en un sentido, en que se hay gente que hace donaciones o "buenas acciones" por lavar sus conciencias o demostrarle a los demas lo esplendidos que son, lo buenas personas que son.
Para mi ser una "buena persona" se demuestra día a día, con pequeñas acciones como un abrazo a un amigo cuando mas lo necesita, una palabra de apoyo en el momento indicado, acciones que te salen sin pensar si con ellas seras mejor o peor persona.
Ah, no me he sentido obligada a opinar sobre el tema, sobre lo que me interesa opino y sobre lo que no, no opino,así de simple.
Ahí os dejo mi reflexión.
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Última edición por cris7; 06-mar-2010 a las 15:59.
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06-mar-2010
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La de experiencias que tengo yo con lo que llamo los "mendigos camuflados"...
Lo peor son los que les dices "no gracias, no me interesa", y te insisten, y te insisten....hasta que te entran ganas de meterles un collejon. Se parecen al "cansino historico". Los que vean el programa del Jose Mota sabrán a quien me refiero
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06-mar-2010
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Cita:
Iniciado por Nucleo
La de experiencias que tengo yo con lo que llamo los "mendigos camuflados"...
Lo peor son los que les dices "no gracias, no me interesa", y te insisten, y te insisten....hasta que te entran ganas de meterles un collejon. Se parecen al "cansino historico". Los que vean el programa del Jose Mota sabrán a quien me refiero
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Yo tengo ahora problemas con una persona de ese estilo. Es una del trabajo que no sé por qué quiere una relación de noviazgo conmigo. Hasta ahora he aguantado porque no quería hacerle daño pero estoy llegando a un punto grave. No me atrae nada, es un callo con muy pocas luces, tiene mil faltas de ortografía y creo que debe ser algo retrasada porque es extrovertida y sin embargo se expresa de un modo rarísimo. En fin, creo que debe de tener un retraso. Encima es que estoy con otra chica pero no sé cómo decirle que me deje en paz y que abandone el despacho que ocupo. Eso, muchas veces tiene ratos libres en su trabajo de bedel y hace incursiones a mi despacho y no me deja trabajar. He tratado de hacérselo ver cerrando la puerta o no hablando pero ella hace chorradas tipo "cu-cú" y la cabrona entra. Bueno, es un lío, un día de estos le voy a decir algo serio para q se vaya o gritarle porque parece que su cabecilla de retrasada no capta las insinuaciones.
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06-mar-2010
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"hombre, gustarme gustarme no, precisamente"
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07-mar-2010
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Cita:
Iniciado por duhkha
El otro día me paró yendo yo por Barcelona camino al trabajo una chica de estas voluntarias, supongo, que te ofrecen hacerte socio de la cruz roja. Me preguntó si me gustaría hacerme socio de la cruz roja, y yo respondí dubitativo: "hombre, gustarme gustarme no, precisamente", o algo parecido. Ella respondió que comprendía que no fuera algo que a uno le pudiera apasionar, etc. Cómo me zafé por fin de tan embarazosa situación es algo que recuerdo vagamente, creo que porque me turbó demasiado haberme sentido en ese momento ante esa persona y durante un buen rato alguien básicamente malo por no haberme hecho socio de la cruz roja. ¿Qué clase de bondad es la que se rige por la recompensa de ser reconocido socialmente como buena persona, y que esa misma aprobación social la interiorice uno para aprobarse él a sí mismo o bien para reconvenirse? Sospecho, y cuando digo sospecho es porque no quiero afirmar rotundamente pese a estar bastante convencido de algo que sin embargo no acabo de sentir en mí, sospecho digo que ser buena persona es una actitud presta a manifestarse, que no se hace uno bueno al hacer buenas acciones, sino que ese hacer buenas acciones no es más que la confirmación de ser buena persona. Y sin embargo no vivimos precisamente en un mundo de posibilidades; puedo ser bueno, pero si no lo soy efectivamente parece que hubiera cierta postura intelectual desligada de la realidad más que un ser bueno de verdad, no sé si me explico. Puedo sentirme como buena persona y sin embargo necesito confirmarlo en la experiencia, bien haciendo buenas acciones, bien esperando una valoración positiva al respecto proviniente de otra persona; y es esta necesidad que siento lo que hace que algo no me cuadre. El que es bueno hace su bondad tal como respira, es decir, sin darse cuenta y sin darle más importancia que la que tiene, que es mucha y poca a la vez; mucha porque sin respirar uno muere, poca porque es algo tan común, tan sencillo, que pese a ser importante no se le concede atención alguna. Así no ser bueno mata al ser humano que cada uno de nosotros es, y así también es tan sencillo dejar de ser bueno que no nos damos cuenta y podemos seguir creyendo en nuestra bondad cuando hace ya tiempo que la abandonamos y nos adherimos a la justificación, a la racionalización, al "en realidad esto que yo quiero me lo merezco por ser bueno, por haber sufrido tanto, por tener tan mala suerte" y así vamos pasando por encima de otras personas con la bondad por delante como estandarte y bálsamo para la conciencia, sea buena o mala conciencia como sintamos todo este asunto. Y vamos pasando por encima no sólo de otras personas, o de otros seres, sino sobretodo y pese a todo lo que uno crea, vamos pisoteándonos a nosotros mismos me temo, en este aquí y en este ahora continuamente, porque nos guste o no lo que he sido y lo que puedo ser son abstracciones, y no se cambia ni se puede cambiar más que lo que soy aquí y ahora.
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Creo, que el ser buena persona, depende de las elecciones que debemos tomar. Comer carne, defender los toros, no sacar la basura, no dar limosna... son actos malvados. (en mi opinión) Tan malvados como fumar, beber, o sufrir cáncer de pulmón o cirrosis.
Pero esto hay que juzgarlo bien, con miramientos, y profundizar en cada acción. "Pagar" el sueldo de un trabajador de la cruz roja, de green peace, o de otra asociación, no es un acto bondadoso. El acto bondadoso es ser tú el que trabaja por green peace. ¿Pidiendo dinero en la calle? No creo. En todo caso, será ayudando a los pobres.
Tu eres tu instrumento de bondad. El dinero, solo es un apéndice, para que otros obren (¿Bien?), así que hay que dejar de dar crédito a esta gente y ofrecer tu cuerpo y alma.
Si no puedes ofrecer el cuerpo y el alma, una forma de aligerar tu peso, puede ser ofrecer el dinero. Pero carecerás de buen obrar, será otro quien obrara bien, gracias a tus medios. Una contradicción. Es como si yo quisiera ser futbolista, y al no serlo, fuera al campo. No merece la pena.
Si tu sueño es ser futbolista: ponte las botas.
Si vas al campo: Que sea porque te agrada tu equipo y el espectáculo.
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Y no se me venga con aquello de estar de acuerdo y soltar eso de "vive el momento", "carpe diem", y sentencias abominables por el estilo en referencia al aquí y al ahora. Y digo bien al tacharlas de abominables esas afirmaciones no por lo que dicen, porque desde luego un par de palabras y ninguna más pueden interpretarse como uno quiera, sino que lo digo por la estulticia que se esconde detrás de esas palabras, en el que las dice. Hablar por hablar, vale, consiento, mientras tanto yo puedo tranquilamente dedicarme a intentar no distraerme. Pero hablar con una intención frívola que idiotiza intentando convencer a base de socorridos terrenos comunes de moralidad chapucera y malinterpretada no, por ahí no paso. El que se crea a salvo de influencias y manipulaciones emocionales para cambiar así su personalidad es como mínimo o alguien plenamente maduro -para bien o para mal- o un hipócrita o un completo engañado. Pero yo temo que aunque algo me parezca un completo desatino al serme repetido tantas veces acabe por acostumbrarme a él y considerarlo algo correcto no por lo que es, sino por la frecuencia tan alta con la que me topo con dicho desatino.
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Carpe diem es una frase estúpida para gente que no se preocupa por su futuro. Si quieres reconocerte como hipócrita ¿Será que asumes esta carga? Yo fumo tabaco, y asumo que tendré problemas respiratorios. El problema no es tomar una mala decisión, sino asumir sus consecuencias. A veces, la pregunta es ¿Merece la pena?, pero yo creo que más bien la pregunta es.. ¿Estas siendo tu mismo?¿Puedes asumir las consecuencias de ser tu mismo, de apostar por ti mismo?
Si la respuesta es afirmativa, cargaras contigo mismo, pero tendrás la certeza de ser original, de no haberte dejado influir. Por lo tanto no serás un hipócrita, en todo caso, alguien que defiende sus ideas hasta el final.
pero... ¿Esa decisión involucra no ser uno mismo? Entonces está claro. No eres hipócrita, sino que renuncias a tus ideales... Y eso conlleva que dejas de ser tú, para volverte en el hombre masa. Un ser insustancial, vació, que se mueve con la inercia como un zombie. Sí, te sentirás seguro de ti mismo, por haber apostado por lo que te conviene. Pero serás un muerto.
Así que te insto a que seas sincero contigo mismo, y asumas de verdad quien eres. Si el bondadoso o el malvado. Pero... no trates de ser quien eres. En todo caso, comprende que el mal es esencial a nuestra naturaleza y no es algo por lo que debas arrepentirte. En cualquier caso, será aquello que demostrará que sigues vivo. Que eres capaz de dibujar una realidad libre de una moralidad represiva, y construirte a ti mismo basado en tus creencias. Que por muy erróneas que sean, serán la justificación de ti mismo, y de tu existencia.
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Por eso pido seriedad al considerar el asunto si a uno le interesa, y este es otro punto a tratar. A poco que lo considere, no entiendo la manía que tenemos de sentirnos en la obligación de tener que opinar de todo lo que se nos proponga, de todo lo que nos parezca que es posible emitir una opinión. Caray, hay ocasiones en las que me veo impelido a opinar cuando examinando la cuestión más tranquilamente en realidad es algo que ni me va ni me viene, que no me importa. Es fácil entonces opinar tonterías u opinar cosas que realmente uno no cree. Si uno resulta aburrido porque no opina, que sea el que cree que es uno aburrido y él interesante el que procure interesarse por lo que a uno le llama la atención, y veremos si es capaz de ser un buen tertuliano. Y aunque resultara que lo es hay algunos temas para mí que me parece degradarlos el soltarlos y hablar de ellos como quien mantiene una conversación de sobremesa y habla y habla para poder así mejor hacer la digestión. Para mí hay temas que si bromeo sobre ellos, bromeo sobre ellos, que si hablo seriamente sobre ellos, lo hago seriamente, pero lo que me incomoda es mantenerme en un limbo afectivo respecto a ellos, porque esa indecisión no me permite ver tan bien como en los extremos de la hilaridad o la seriedad lo que realmente creo al respecto. Como he dicho antes, pase el hablar por hablar, porque nadie es una máquina sesuda toda profundidad, y pase el bromear hasta de lo más sagrado para uno, porque lo sagrado que se reverencia en exceso acaba por cristalizarse y alejarse de uno mismo y se convierte así en idolatría, con el consecuente riesgo de dogmatización y afecciones de herejía hacia el que consideremos disidente de nuestro dogma. Pero conviene matizar que hablar por hablar de lo que a uno realmente le afecta es al final ir engañándose en la esperanza de cosificar lo hablado, bien sea para idolatrar como he dicho, bien para desentenderse emocionalmente, o qué se yo. Y que conste que apasionarse por algo no implica que a uno realmente le importe, ojo.
Porque todo ello es lo mismo al fin y al cabo: alejarse. En la risa y en el llanto es cuando más cerca estamos de esa autenticidad con uno mismo. Y no me refiero ni a la risa como reacción histérica o maliciosa ni al llanto como inútil auto compadecimiento y lamento. Cuando alguna vez, brevemente y en contadísimas ocasiones, algo he comprendido y visto como parte de mí realmente, o bien he llorado o bien he reído, pero no me he puesto a chacharear sobre ello. Aunque bien es cierto que si no se pierde el norte en el proceso, muchas veces uno comienza por lo frívolo y acaba descubriendo su corazón al desnudo por así decir. No conviene tampoco hacer dogma del hablar por hablar como algo irrevocablemente destinado a confundirnos, quién sabe; yo no sé.
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Diría que es simple comunicación. Pero para que uno se comunique ha de haber un mensaje que desee plasmar en el alma del otro. Yo ciertamente, a veces hablo sin sentido, y me doy cuenta que me cuesta estructurar mi lenguaje, soy capaz de articular palabras pero no puedo evitar mi torpeza al formar frases: No tengo nada que decir.
Pero si hay algo que decir, ese conocimiento que tratamos de transmitir está grabado en sangre en nuestra alma, por medio de emociones, señales y palabras. Que finalizan en un discurso basado en la experiencia de toda una vida. ¿Y quien va a negar la legitimidad de un discurso tal? ¿Es que acaso alguien va a hablar mejor de FoxMulder que el propio FoxMulder? ¿Es que acaso todas las experiencias son las mismas?
No.. todo el mundo tiene algo que comunicar, siempre y cuando sea consciente de que ha de comunicar algo, y no sea forzado por el vacío del silencio. Así que quien no es capaz de comunicarse, es simplemente por ausencia de herramientas. Pero todo conocimiento parte de una experiencia verdadera, que merece el respeto.
Cita:
Y así llegamos de nuevo a lo del principio, ni más ni menos. Me refiero a ser bueno y sentirse bueno y a las dudas que genera en uno mismo.
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Nadie sabe más de duhkha que el propio duhkha...
Cita:
En fin, el que haya llegado hasta aquí y al menos lo que he escrito le haya hecho preguntarse a su vez ciertas cosas con cierta seriedad, mejor para él, creo. El que lea esto y acabe tal y como ha empezado, pues oye, será que no le interesa, no quisiera tampoco forzar el interés o la atención de nadie hasta el punto de esperar elogio o discrepancia, porque ese sería el cumplimiento de un interés mío propio y ya está, y eso sería tanto como no haber dicho nada en realidad, por mucho que me duela decirlo. No quisiera entrar en discusiones de si tengo o no tengo razón. Lo importante es que cada uno haga su propia reflexión para conocerse un poquito mejor. Yo la verdad es que mañana mismo puede que piense algo distinto a lo de hoy, si bien no radicalmente distinto, pues hay cierto fondo que no ha variado con el tiempo.
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El énfasis que pones en este devenir de tu alma, muestra una latente preocupación por tu personalidad. Eres consciente del devenir pero te preocupan sus consecuencias. Eso puede ser fruto de una falta de confianza histórica en ti mismo. Como si tanto defraudarte originara un caos en tu vida. Y tu uso de un lenguaje engorroso y filosófico, solo muestra que has sido presa de lecturas concienzudas por medio de las cuales has tratado de "cosificar" (como tú dirías) tu alma. Encontrar el timón en esta tormenta metalingüistica que sufres.
Quizás el caos imperante de tu vida no sea otra cosa que vitalidad. Y a fin de cuenta, vitalidad, caos, bien, mal, no vienen a ser otra cosa que sustancias bien definidas de lo que eres. Eres lo que escribes duhkha, y eso está definido, estructurado. Mi consejo es que estas estructuras caóticas que creas no sirvan para distanciarte de tu coseidad, sino para reafirmarte como ser pensante y único. Pues, por lo que sabemos FoxMulder no es duhkha. duhkha solo hay uno y se le conocerá por su coseidad. Así que olvídate de naufragar en arenas movedizas, y solidificate, empapate de sustancia. Di "Yo soy el que soy", o sea se: Yo soy duhkha.
Saludos.
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