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04-jul-2011
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Última edición por numeroprimo; 24-sep-2013 a las 15:55.
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04-jul-2011
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Sí, yo tampoco los deseo ya, hace dos años todavía los deseaba, era casi casi una de mis metas.Me dí cuenta de que esa actitud era muy infantil e ingenua.
Es más, me sorprendo que puedo durar semanas sin conversar (hablo, poco, pero no platico con nadie, la paso sola todo el tiempo y no me molesta, a veces cansa pero no molesta tanto).
Igual si se da la posibilidad de conocer gente no la desaprovecharé, pues he cometido errores como alejarme demasiado de ellos o no interesarme ni un poco en sus vidas. Son cosas que quiero remediar pero ya no lo veo como meta el ganarme sus amistades.
Pareja menos.
La verdad que se siente bien no esperar nada de eso, así puedes formar tu camino y vida y sorprenderte por lo que sí suceda.
No se trata de ser pesimista , ni perder esperanzas ni volverse tan indiferente, es sólo ganar una tranquilidad, no desear (al menos no eso, es pérdida de tiempo estarlo deseando... y deseando...)
Y cierto, tampoco tengo ya miedo a la muerte, creo que nisiquiera a la muerte de mis familiares(obviamente prefiero que no suceda).
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04-jul-2011
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Es una suerte, en especial no temer a la muerte. No acabo de creer del todo a los que lo afirman, pero si lo decía es por algo... Ok, os creo jeje... No es que piense muy a menudo en la muerte, pero si me sobreviene el pensamiento me recorre el cuerpo un escalofrío. Muerte mía, de familiares...
El amor no me lo he planteado nunca como meta, ya es muy dudoso que ocurra otra vez porque mi vida es igual este año que el pasado y el otro y el otro, etc... Pero sigo sintiendo el deseo, va a ratos, sobre todo cuando reflexiono sobre mi existencia (me recorre también un escalofrío). Los amigos... Qué complejo y fácil a la vez, este tema.
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04-jul-2011
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Última edición por numeroprimo; 24-sep-2013 a las 15:55.
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04-jul-2011
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Se llama aceptación
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Última edición por numeroprimo; 24-sep-2013 a las 15:55.
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05-jul-2011
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Yo también creo que no es resignación, es aceptación y lo veo bien. Y también eliminar la obsesión que se pueda llegar a crear por lo que sea. A partir de aquí, sintiendote bien, se puede llegar a conseguir metas sin darte entones casi cuenta.
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05-jul-2011
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Yo también estoy llegando a ese estado de aceptación de lo que hay. Se está desvaneciendo poco a poco esa frustración, esa necesidad y desesperación por encontrar gente afin con la que conectar e intimar, con las grandes satisfacciones que eso conlleva. Si puede volver a ser posible, bienvenido sea. Si no, tampoco es el fin del mundo. Al menos puedo decir que lo he tenido alguna vez y eso no me lo quita nadie. Centrándonos en lo que tenemos y no en las carencias, podremos llegar a una estabilidad que hará que con el tiempo, quizás sin ya buscarlo, llegue a nosotros aquello que tanto deseamos.
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05-jul-2011
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Cita:
Iniciado por Ofelia89
Yo también estoy llegando a ese estado de aceptación de lo que hay. Se está desvaneciendo poco a poco esa frustración, esa necesidad y desesperación por encontrar gente afin con la que conectar e intimar, con las grandes satisfacciones que eso conlleva. Si puede volver a ser posible, bienvenido sea. Si no, tampoco es el fin del mundo. Al menos puedo decir que lo he tenido alguna vez y eso no me lo quita nadie. Centrándonos en lo que tenemos y no en las carencias, podremos llegar a una estabilidad que hará que con el tiempo, quizás sin ya buscarlo, llegue a nosotros aquello que tanto deseamos.
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Anda ya, pero si ni lo has intentado. Cuando hayas probado de buscar gente como tú, entonces ya vuelves y dices lo que tienes que decir.
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05-jul-2011
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Cita:
Iniciado por Res_funciona
Anda ya, pero si ni lo has intentado. Cuando hayas probado de buscar gente como tú, entonces ya vuelves y dices lo que tienes que decir.
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Si has leído mi último post, entenderás lo que quiero decir. Ya sé que me queda mucho por probar y descubrir. Sólo quiero decir que ya no tengo esa necesidad urgente de que todo vuelva a ser como antes, de sustituir a esa gente que se fue, de conocer a otros a toda costa como si me fuera la vida en ello. Llega un momento en el que te calmas y aceptas lo que tienes sin frustrarte. No quiere decir que te cierres. Simplemente, te dejas llevar y lo que surja, pues bienvenido sea.
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