oír carcajadas para mí es una tortura, me taladran los tímpanos, a cualquier lugar público que voy nunca falta quien las haga, aveces siento de lo que se ríen es de mí. yo en cambio se me sale una que otra siempre que estoy solo oyendo o viendo estupideces, dicen que es buena la risoterapia, habría que probar
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