Una vez escribí esto, y ahora que lo rescato entre papeles olvidados, sé que pasó esa época. Que me prometí no volver a pasar por ahí, a no dejar machacarme de aquella forma, a cambiar los pensamientos para no volver a caer en ese estado y mirar hacia el frente.
Aún sigo haciendo el camino y lo que me queda…, pero con una sonrisa y la mirada hacia delante, y sonrío porque vencí aquella época y salí de ella.
Aquí os dejo un texto olvidado, que son sólo ya cenizas de algo que fue y estaré pendiente para no dejarlo avivar.
“ A veces pienso que no puedo salir de esta mierda que a veces te agarra, te zarandea y deja que te pudras en la mierda.
Te ahogas en llanto y en pensamientos confusos y te llenas de desesperación mientras vomitas trozos de dolor.
Las lágrimas te horadan la piel, te queman. El rostro se hace inexpresivo y ya ni sabes cómo sonreír.
Quieres hablar pero sólo escupes ecos en el vacío y palabras rotas y deformadas. El silencio se hace tan atronador, tan insoportable, tan abominable, que, a veces, te espanta.
Te hundes en un vacío abismal y sin sentido que destruye todo cuanto hay en ti.
Tu corazón se hace de acero y parece que no sientes, que nada te importa, que eres el más fuerte del mundo y aparentas que nada te hace daño pero cuando llegas a tu casa, te cambias la máscara y sólo tienes ganas de meterte en lo más profundo, en el rincón más oscuro donde nadie te vea llorar y donde poder descargar un dolor que no sabes de dónde proviene, que te apuñala en lo más profundo del corazón, que te desgarra los sentimientos, que te va desangrando con tanta parsimonia y crudeza, que se hace desesperante, y te va agonizando poco a poco para hacerte sufrir más. Es una muerte lenta, lentísima…”
Andando se hace el camino. Saludos