Sí, mucho... Hace un par de años cuando no tenía habitación propia y todos parábamos en el mismo lugar (incluso visitas), me hacía el dormido y me quedaba así hasta que la persona se retiraba. Hoy que tengo mi habitación, me es más fácil ocultarme de cualquiera. Pero cuando por H o por B necesito salir, voy y saludo aunque sea de lejos a quien quiera que esté.
Lo peor de todo es que esta fulana gente, ni siquiera me califican de tímido como para zafar, sino de antipático o maleducado. ¡Qué va!, no pretendan que salga a besarles los pies...
. Sólo un par de adultos medio cavernícolas que tampoco saben tratar muy bien que digamos, y vienen a casa solo a chimentear de lo que hizo fulano o mengano; sí, puterío, puterío y más puterío, vidas ajenas. En estos casos, me oculto además por buenas causas...