Yo no creía hasta que me mudé a casa de mi abuela... y pues si, casi siempre que oigo el temido "Ay, mis hijos," pues me envuelvo en cobijas y rezo, ¿que más...?
Pero pues también están mis angeles que me protegen, de hecho, aprovecho este espacio para felicitarlos por las largas vacaciones que se han tomado,
(ya es momento que regresen, kabrones, me tienen abandonada desde agosto y me ha ido de la chingada, literalmente)
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