Y cambiando un poco de tema, no hay nadie al que le guste hablar por teléfono? Porque siempre sale la opinión contraria. Sobre todo hablar con alguien que te gusta (me ha pasado tan pocas veces...) no tiene precio. Adoro la intimidad que te proporciona el teléfono no sólo de pareja, sino contigo mismo. A mí me parece fantástico que no te puedan ver, cómo te tocas el pelo, como sonríes, cómo has apoyado el pie encima de la mesa, cómo te masajeas la espalda las veces que te da la gana, de lo que estás pendiente traducido en mil movimientos, de esa comodidad que ni en pareja se podría manifestar porque siempre hay ese saber estar por medio que nos rige inconscientemente. Por eso he llegado a pensar: qué bien que en tu cabeza nadie pueda entrar... es fantástico. Ayy me encanta ir a mi bola...
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