Yo voy al gimnasio, he ido fijo a tres aunque una vez me fui cada día a uno distinto porque anduve buscando un rato.
El primero al que fui fue terrible. Iba en las mañanas porque era cuando habia menos gente pero aún asi yo lo sentía llenísimo. Nadie me hablaba más que uno de los entrenadores que al parecer quería coquetear con toda mujer que pisara el lugar. El otro entrenador me trataba hasta mal. Los demás asistentes parecían modelos pero eran secos y callados, no los vi hablar ni entre ellos. Me desmotive y no dure mucho.
El segundo fue genial, sólo para mujeres, un ambientee seguro y alegre. Aquí iba en las taardes, casi noches después del trabajo. Cuando llegaba estaba vacío pero se iba llenando hasta el tope; yo me iba a los aparatos más apartados al principio pero fui agarrando confianza. La dueña y entrenadora líder una amiga e inspiración, gracias a ella logré bastante, con ella aprendí a amar el ejercicio. Me enseño muchas rutinas, disciplinas externas como pilates, me recomendo el Yoga, Consejos de todo. Buenísima. Las demás chicas (la mayoría al menos) muy respetuosas, muy amables. Me sentí muy bien y cuando me mude, sufrí mucho por tener que dejarlo. Hice buenas conocidas, una amiga de la niñez se reconecto conmigo y la entrenadora es una amiga lejana.
De ahí me pase probando durante una semana varios en la nueva ciudad. Todos un desastre, me quede con el menos peor. En ese me quede dos meses solamente o más? ya no recuerdo pero era terrible: sucio, era la única mujer y había muchos hombres mayores lanzados y me sentí acosada a tal grado que deje de levantarme temprano para ir y ya odiaba ir; deje de hacer ejercicio bien y en fin un desastre.
El último al que fui y en el que actualmente estoy (que vendría siendo el cuatro pero yo considero el tres porque en el anterior casi ni iba) es muy bonito. Es nuevo, muy limpio, igual fui durante un tiempo la única mujer pero todos siempre fueron muy respetuoso y amables. Acostumbro ir a la hora de comer cuando hay menos personas pero aún asi hay varios, mi asistente me acompaña. El entrenador líder es el dueño y me ha ayudado mucho, si con mi entrenadora baje de peso con este entrenador estoy definiendo y me siento muy orgullosa, con la entrenadora finalmente mi cuerpo tomo forma femenina pero con este entrenador súper estricto WOW realmente puedo ver el cambio... no les mentiré siempre creo que voy a sentirme fea por varias cosas que no vienen al caso pero con el gimnasio he logrado que haya días en los que me miro al espejo y me guste en un 80% como me veo; estoy convencida de que laa belleza es salud y viceversa y aunque nunca seré una beldad pues me veré decente. El entrenador siempre me trato muy bien y a veces hablamos y bromeamos; el entrenador de la tarde igual y a veces coquetea conmigo y yo huyo hacia el lado contrario, todos me hablan muy bien y me ayudan a poner y quitar presas de los aparatos; de las pocas chicas que van (y cuando van, van cuando quieren) me han pedido consejos! y a veces hablamos al respecto aunque hay una que siempre me hace cara y etc pero la ignoro y es sencillo porque como he dicho me llevo bien con el resto. Mi asistente de la tarde va conmigo, empezó como un juego y ahora gracias a eso somos una especie de amigos, al menos me siento cómoda con él. Hay otro chico también considerablemente tímido como yo con el que hablo mucho porque por azares del destino nos tocaba compartir aparatos, con él sí hablo mucho de libros, películas y me cae muy bien. Mi confianzudo asistente dice que le gusto y él me gusta a mi pero por el momento ahí queda todo; jamás he salido con nadie de ningún gimnasio excepto con mi entrenadora (una vez) y mi amiga reconectada de la infancia (que ella sí regreso para quedarse).
Y pues ya, esa es mi experiencia hasta ahora con los gimnasios. La verdad me gusta mucho este en el que estoy y no lo cambiaría por nada aunque si pudiera fusionarlo con el de mi entrenadora sería el lugar perfecto.