Hola, la verdad es que me sabe mal quejarme teniendo trabajo tal como están las cosas ahora con tanto paro, pero es que llevo un tiempo bastante mal y necesito desahogarme.
Vereis, trabajo en la oficina de una empresa familiar en la cuál, no se si es debido a que el dueño es demasiado bueno, o por simple dejadez, nunca echan a nadie. Cuando entra alguien nuevo, por muy mal que lo haga se lo quedan. Es como si el dueño se despreocupara del tema del personal o le diera pena echar a alguien una vez contratado, no lo sé. El caso es que en la empresa se ha juntado "lo mejorcito": gente conflictiva, gente que lleva un montón de años y a duras penas saben enviar un email, gente sin un mínimo de preparación para el puesto que ocupan, gente que falta continuamente, expertos en el escaqueo...
El caso es que todo esto debería darme igual, pero resulta que me afecta muy directamente, ya que los cuatro o cinco que realmente nos preocupamos por las cosas vamos sobrecargado de trabajo, mientras tenemos que ver a los demás sin hacer nada durante todo el día.
En mi caso aparte de mi trabajo tengo que hacer la faena de otros cuando faltan, ocuparme de lo que otros no saben hacer aunque no sea trabajo mío, tener que hacer malabares para poder coger vacaciones cuando los otros las cogen cuando quieren... Me he convertido en el chico para todo, el comodín de la empresa.
Sé que debería hacer como hacen los demás, pero por mi timidez y buena fe no puedo. Cuando alguien me pide algo no sé decirle que no. No solo cuando es el jefe, sino que todos los compañeros acuden siempre a mi cuando no saben hacer algo o necesitan ayuda y no sé decir que no.
Lo que más me fastidia es que el jefe muchas veces cuando me pide que me ocupe de algo, él mismo me dice que no es justo que me lo pida siempre a mi, pero que le comprenda porque
"ya ves como está el panorama en esta empresa" y que
"no puedo contar con nadie más". Es decir, que en lugar de buscar soluciones, echar a quien no vale y buscar a gente buena, solamente se lamenta de que
"esto es lo que hay". Y claro, verme todo el día agobiado de trabajo mientras veo a los demás pasárselo bien como premio a no saber hacer las cosas o simplemente pasar de todo, me frustra muchísimo.
En fin, que durante mucho tiempo lo he llevado más o menos bien, pero ahora ha llegado un punto en que me siento muy desanimado y decaído, como sin fuerzas. Cuando me piden algo me da como bajón y ganas de llorar. Cosas que antes no me afectaban ahora no puedo parar de darles vueltas en la cabeza. Cuando llego a casa no tengo ganas de hacer nada, tengo como flojera, solo ganas de estar tumbado y seguir dándole vueltas al coco.
Tengo claro que si no hubiera crisis me hubiera largado ya a probar suerte en otro sitio, pero tal como están las cosas no puedo hacerlo. Me hipotequé por un piso y eso hace que esté completamente atado a este trabajo. Me gustaría ser un pasota como los demás, pero no sé como hacerlo. No me sale.
Mientras tanto noto que me consumo, y tengo miedo de acabar perdiendo la salud si sigo así.
