Ayer tuve una clase en la que habia que mostrar una parte del cuerpo que en mi caso, me acompleja. Sé que no podria huir y saldría a la luz aquello que siempre he escondido, ya que se trata de algo deforme. Al principio me temblaban las piernas pero cuando dije delante de todos, sí yo tengo esto, con normalidad, tampoco fue para tanto. Alguien se sorprendió pero en el fondo me alegro de haberlo hecho.
Ahora mismo me siento en parte mal (por en cierta manera haber hecho el "ridículo") pero bien por haberlo afrontado y por mostrar sin vergüenza ni culpabilidad que tengo algo que simplemente no se ajusta a la normalidad. Pero tengo otras cosas muy bonitas.
Creo que el problema de los que estamos aquí es tenemos complejos y siempre hacemos lo posible para esconderlos, evitarlos y así nunca se superarán los miedos. Cuando afrontemos las cosas con normalidad y quitando importancia te sientes bien.
Porque un error mio es pensar que cuando haces el ridículo o en situaciones de debilidad, los demás no te van a hablar o te van a ver de otra forma distinta. Y eso no es verdad. Lo he comprobado y la gente te hace el mismo caso de siempre... si tú lo afrontas con naturalidad y quitando importancia.