Lo que me ha ocurrido en algunas ocasiones (las puedo contar con una mano) es estar recien acostado en la cama después de un día de intenso contacto social y, durante el proceso de relajarme para dormir, empezar a escuchar conversaciones entre personas, como si estuviera en un salón repleto de gente y yo tuviera la capacidad de escuchar los diferentes diálogos individuales. Curiosamente solían ser personas con las que había tenído contacto ese mismo día y escuchaba nítidamente lo que decían, cuyo contenido no tenía nada que ver con lo que había acaecido ese día. Incluso, lo que a posteriori parecía no tener sentido, en esos precisos instantes lo tenía. Y no, no estaba soñando ni en duermevela; simplemente tumbado con los ojos cerrados.
Aunque sabía que eso sólo estaba en mi cabeza, era algo muy molesto y me impedía conciliar el sueño. Si me levantaba de la cama y me ponía a hacer otra cosa, dejaba de escucharlo.
Todas aquellas veces lo que tenían en común era que ese día había vivido intensas emociones: una excursión donde me lo había pasado muy bien e hice excesivo deporte, un banquete donde me interesaba interactuar mucho con la gente, etc.
No sé si lo tuyo tendrá algo que ver con esto.