Impresiones en verso sobre el fin de año.
(Si alguno quiere escucharlo recitado por mí, puede hacerlo en mi blog. Ya que tan conocido se ha hecho, pues aprovecharé para mostrar algo más que lo ya visto).
A UVAS
Diciembre que ya agoniza,
el año quema las naves,
yo buscando en su ceniza
aquello que usted ya sabe.
El calendario es un dado,
margarita de pared,
dos mil siete deshojado:
me salió "que no" otra vez.
Una docena de meses,
cuatro semanas por mes,
un siglo sin que me besen,
la eternidad sin después.
Y malvivo todavía
en el abismo del jaque,
dejándome cada día
el alma en el almanaque.
El nuevo año estrena curso
entre risas y confeti,
tras Noel y ese discurso
del suegro de "la Leti".
Y en la noria de las fechas
vendrán más meses con erre,
agosto se pondrá mechas
y otro diciembre echará el cierre.
Mas volvamos al presente,
que mañana aún es hoy,
aunque corra San Silvestre
hacia un futuro que ya soy.
Sólo un dígito difiere,
(año nuevo, muerte vieja),
la soledad, que me quiere,
será aún mi única pareja.
Así es la vida, ese río
de lágrimas entre valles,
mientras se encogen de frío
las esquinas por las calles.
Y enero exige que subas,
el alma vuelve a bajar,
otra Nochevieja a uvas,
otro año más sin brindar.
