Cita:
Iniciado por gneys
Bien,pero nunca le dije que fuera un experto en sexo,ni me hice
pasar por eso,simplemente se pueden imaginar cosas sin haberlas
vivido antes,y eso era lo que hice..creo que hay maneras educadas
de decir las cosas,y esa manera para nada lo fué..
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¿Quieres decir que le relataste inocentemente los detalles de todo lo que te gustaría hacer con ella? En ese caso, estoy de acuerdo en que su respuesta nada tuvo de educado, además de parecerme que demuestra su único propósito de usarte como objeto para su placer. Como el deseo y el goce sexual femeninos surgen de manera más compleja y precaria que los nuestros (que alguien me corrija si me equivoco, por favor; esto es lo que he leído), necesita escoger su "muñeco sexual" con mucha más severidad que la que necesitaría un violador o un "engañador" para elegir a su víctima, y es muy razonable, pues, que la experiencia sea uno de los requisitos. Puesto que tiene chicos para dar y tomar (no, yo no los llamo desesperados, pajilleros ni depravados por la sencilla razón de que esas palabras significan muy poco para mí; si alguien me las explicase, se lo agradecería fuertemente), y consideró que tú no le servías, se deshizo de ti como de un neumático viejo.
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Me ha parecido distinguir muchas veces esa actitud desdeñosa en la mirada de chicas que parecen buscar sólo sexo, aunque a su manera. Es curioso que ellas mismas critiquen luego a muchos chicos por "quererlas sólo para follar", frase que también desborda mi comprensión, y agradecería mucho que me explicase alguien. En el extremo, algunas lucen su cuerpo, blandiéndolo como razón suficiente para darte un trato despótico, mientras te dicen con la expresión corporal o incluso con palabras (en cierto perfil del chat de Lycos lo leí casi textualmente): "Mira mi cuerpo: lo quieres, ¿eh? ¡Pues ajo y agua, que es mío, imbécil!". Mi mente se nubla en un bucle infinito con este plateamiento:
—De entrada, yo no sé exactamente lo que significa desear el cuerpo de una mujer. Pongamos que se trata, sin más, del deseo sexual hacia ella.
—Bien, todos sabemos que el deseo masculino surge con la misma facilidad que la llama de un mechero al ver las curvas femeninas; nada nuevo.
—Se me ocurren, llegado este punto, dos alternativas:
a) Violar a la mujer. ¿Quieren esas chicas decirte con sus miradas de desprecio que piensan que tú, ser ruin y abyecto, deseas violarlas, y con ello justificar la repugnancia que te profesan? En ese caso, para mí su hipótesis de considerarme violador en potencia es un fuerte insulto gratuito, que me indispone para cualquier trato con ellas.
b) Tratar de conocer a la mujer, buscando que ambos disfrutéis todo lo posible vuestra mutua compañía, procurando especialmente esa complicidad que a los dos sexos nos gusta, pero cuya necesidad parece más patente en ellas (de nuevo, que alguien me corrija si yerro, por favor), de modo que en el mejor de los casos, el proceso desemboque en una relación sexual satisfactoria para ambos. Desde este ángulo, la actitud de las chicas mencionadas me parece de una soberbia intolerable, pues para mí implica algo así como: "Mira qué buenorra estoy: eso me eleva a la categoría de reina de los mares. Te gustaría conocerme, intercambiar afecto conmigo, abrazarme y verme contenta en tu compañía, ¿a que sí? ¡Ja, ja, ja, pequeño gusano! ¡Sé muy bien que te dejarías amputar un pie por que yo te sonriese! Pero no me rebajo a tratar a desgraciados como tú: ¡no se ha hecho la miel para la boca del asno! Un escupitajo mío vale más que todo tu ser, ¡idiota!".
—Como comprenderéis, ambas vertientes me conducen a mandar a la porra a las chicas con esa actitud. ¿Soy raro? Dudo que los chicos con los que ellas viven sus aventuras compartan mi visión, para lo cual sólo imagino dos explicaciones alternativas:
a) Cuando un chico les gusta, ellas cambian radicalmente de máscara, y con él se muestran dulces y pastelosas. Se me antoja fácil percibir ese doble juego, aunque yo nunca lo he visto. Por otra parte, si alguna lo practicase conmigo, salvo que la pasión me cegase de manera imprevisible para los profanos, creo que la chica me caería tan mal que la dejaría esmorrarse contra el suelo si ella intentase lanzarse a mis brazos. Sí, no me importaría que la bragueta se me inflase, por más que ella se crea que con "eso" me tiene dominado
Aindamáis, ¿cómo llegan ellas a saber que un chico les gusta, si por lo general ni se molestan en conocerlo un poco? Deduzco, y de nuevo agradecería correcciones, que se basan exclusivamente en el aspecto físico —jeje, ¿de qué me suena eso, una vez más?
—, ya que no tienen tiempo de saber otra cosa de ti.
b) Ellos acatan su despotismo, se muestran serviles con ellas, y no tienen escrúpulos sobre la catadura moral de la chica con la que, brevemente o no, comparten intimidad, supuesta confianza y algún riesgo. Cuando hablo aquí de moral, no me refiero a códigos represores del sexo, tales como la doctrina católica, sino a principios básicos del trato humano; verbigracia, la reciprocidad y no utilizar a los demás como objetos destinados a tu satisfacción.
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Gneys, has mencionado la imaginación, que para algunos —como yo— es lo único que queda, más o menos en el sentido en que el Hombre_sin_rostro se refería al sentido del humor
En tu caso parece haber funcionado bastante bien, dado que la chica parecía a gusto hasta que le dijiste que eras virgen, ¿no?
Me he llevado unas pocas sorpresas agradables en el chat de Lycos, charlando con alguna chica a la que parecía gustarle también lo que yo me propondría hacerle en cada momento, lo cual me invita a creer que aún hay esperanza, pese a no haberme estrenado todavía. ¿Es posible que ocurra algo así en la vida real? La mayor traba es que no concibo manera de conocer a una chica el tiempo suficiente o en un entorno propicio para alcanzar gran intimidad y confianza. A lo mejor resulta que a una chica le gusaría mi manera de abrazarla y darle besitos... si no fuera porque jamás conseguí que ella se sintiese lo bastante distendida conmigo para dejarme abrazarla. ¿Alguien me podría apuntar si cree que tiene o no sentido lo que digo, por favor?
Cualquiera que sea el caso, está claro que la inexperiencia en sí sigue siendo un obstáculo más para empezar, y eso se manifiesta hasta en el hecho de que las personas con una vida sexual activa tienen fantasías considerablemente más ricas que las nuestras, por mucho empeño que les pongamos.
Mis mejores deseos para tod@s.