Día 9. 9 de enero del 2005
Normalmente, ni el éxito ni el fracaso son resultado de un único acontecimiento.
El fracaso se debe a esa llamada que no hicimos..., a ese esfuerzo adicional que evitamos..., al “te quiero” que dejamos de decir.
Del mismo modo que el fracaso sigue esta cadena de pequeñas decisiones, el éxito se produce cuando tomamos la iniciativa y actuamos..., perseveramos..., expresamos con elocuencia la profundidad de nuestros sentimientos.
¿Qué acción sencilla podrías emprender hoy mismo para dar a tu vida un impulso hacia el éxito?