Ya se paso cumplidamente el dia y la hora señaladas, y como era de esperarse, no paso nada. Nos toca seguir disfrutando de lo poco o mucho que esta vida pueda darnos.
Por cierto, mis condolencias a los cientos o miles de personas que vendieron sus propiedades, renunciaron a sus empleos, y en general arruinaron sus vidas en espera del fin del mundo.