Hace un montón de años que leí esta novela de George Orwell y creo que me asustó tanto que por eso no la había vuelto a leer.
Hasta ahora.
No sé que me ha llevado a sacarla de su estantería de nuevo, pero pasando sus páginas y acordándome de cuáles eran mis pasajes favoritos, he vuelto a disfrutar de ésta profecía sobre los peligros que conlleva el olvido por parte del hombre del alcance de sus derechos y de la magnitud de su propia estupidez.
Sé que parece fuera de lugar aquí, ya que no trata sobre la fobia social, pero es un libro que te lleva a pensar que quizá tener fobia social no sea tan irracional como se cree.
Sólo me arrepiento de no haberme acordado de Orwell cuando elegí el
nick que utilizo aquí. Debería haberme llamado Winston Smith.