Es una cuestión complicada la del optimismo. Por que también se supone que hay distintas formas de ser optimista. Desde el optimismo fuera de toda lógica o realismo, hasta el llamado optimismo inteligente. ¿Pero cómo distinguir uno de otro? ¿Qué actitud tomar?
El problema del optimismo es que está muy desacreditado, y en mi opinión injustamente, por culpa de un mercado saturado de charlatanes, gurús y mercachifles. Las estanterías de las librerías y todo internet, rebosan de libros y métodos para fomentar el pensamiento positivo, que están plagados de pensamiento mágico e irracional.
Pero ese descrédito creo que puede hacer que perdamos de vista el fondo de verdad que puede haber en muchos conceptos sobre el optimismo.
Por ejemplo, se puede criticar la llamada "Ley de la atracción", según la cual uno "es lo que piensa" o atrae sobre sí mismo la positividad o negatividad en función de su forma de pensar. Muchos charlatanes ya se han encargado de arrastrar por el fango este concepto, hablando de "vibraciones cuánticas", "energías", "karma" y demás.
Sin embargo hay base racional para sostener un concepto de realimentación positiva, que no tiene que ver con ningún misticismo extraño. Se ha demostrado que las personas que afrontan una enfermedad o una situación difícil con optimismo, o viven más tiempo, o se recuperan antes. Esto puede ocurrir por varias razones. Una persona motivada tiene más ganas de llevar a cabo los pasos prácticos y rutinas que pueden mejorar su situación. En el caso de un enfermo, por ejemplo, ser disciplinado con la medicación, o la alimentación o el estilo de vida. Hay experimentos que demuestran la relación entre el sistema nervioso central y el sistema inmunitario, tanto en el aspecto negativo (propensión a las infecciones víricas, catarros, gripes), como en el positivo (cicatrización de heridas, recuperación de enfermedades). Una conexión directa mente-cuerpo.
Creo que el optimismo también puede tener impacto en la percepción que los demás tienen de ti, y en su respuesta hacia ti. Hay muchos mecanismos sutiles y no tan sutiles que modifican el entorno de una persona en función de sus manifestaciones externas, y que tienen su origen en el modo de pensar. La forma de moverse, de vestir, de actuar, tienen relación directa con productos de la mente que mueven a la acción o la inhiben.
A mí no me cabe duda de que el optimismo puede modificar la realidad, por mecanismos naturales y racionales perfectamente estudiables.
Hay una actitud práctica que dice que si uno no espera nada de nadie, ni nada bueno, está más preparado para afrontar las adversidades, y si de paso sucede algo bueno, es una sorpresa inesperada. Sin embargo pienso que en la práctica es casi imposible vivir sin esperanza. Es tan devastador, que excepto los suicidas potenciales, no creo que nadie pueda llevarlo a cabo. Es mucho mejor llenar la incertidumbre con esperanza y aprovechar cualquier excusa para ser positivo, si se encuentra el modo. Así por lo menos conquistamos el presente.
Dejo para terminar tres de mis citas preferidas para fomentar la lucha. Son de Winston Churchill:
“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”
“las actitudes son mas importantes que las aptitudes”
"Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa"
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